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viernes, 15 de marzo de 2019

Jaime Mata, el delantero que no costó un euro

Jaime Mata, con la camiseta de España.

El lunes, cuando Jaime Mata (Madrid, 30 años) se reúna con el resto de seleccionados, podrá ver de cerca piernas por las que se han abonado decenas y decenas de millones de euros en concepto de traspasos. El nuevo delantero internacionaltiene muchas particularidades, pero sobre todo destaca una constante: cada vez que ha cambiado de equipo —nueve desde 2010— no se ha abonado cantidad alguna en la operación. Si por Morata se han llegado a pagar 116 millones en sus traspasos, por el tipo que le va a competir el puesto nadie ha puesto un euro.
Al margen del dinero, los que conocen un poco a Jaime Mata tienen claro que no va a perder la cabeza por esta llamada de Luis Enrique. Desde hace poco más de un año los acontecimientos se están precipitando en la carrera del delantero del Getafe, pero él los acoge con la misma naturalidad y humildad de un jugador de Tercera o Regional, categorías que conoce perfectamente. Pegaso, Socuéllamos, Móstoles, filial del Rayo y Lleida, todo un rosario de equipos antes de dar el salto al profesionalismo con la infrecuente edad de 26 años en Girona. Una vez en Segunda, la explosión goleadora no fue inmediata, llegó la pasada temporada en Valladolid: 35 goles que le valieron, casi con la treintena de edad, la recompensa de la Primera 

“Ni en el mejor de los sueños hubiera pensado en ir a la selección”, manifestó el viernes Mata con la notica reciente. No lo decía de boquilla. En cada entrevista anterior en la que salía el tema de La Roja, el delantero adoptaba un tono escéptico, poco menos venía a decir que se le había pasado el arroz para esas cosas. Pero hay pocas montañas que los goles no consigan escalar. Sus 13 dianas le convierten en el mejor anotador español, y las seis asistencias tampoco han pasado desapercibidas para Luis Enrique. “Juega en una posición en la que creo que influyen el estado de ánimo y la situación actual, le veo mucho potencial y capacidad de mejora”, dijo de él el seleccionador.
La carrera de Jaime Mata ha sido de fondo, un maratón de equipos humildes que transcurrió por todas las categorías del fútbol español. Como muchos jugadores no profesionales, compaginó el fútbol con los estudios y estuvo a punto de opositar para inspector de aduanas. La vida le cambió cuando en 2012 aceptó una oferta del Lleida. Abandonó la meseta central por la que siempre se había movido y su quincena de goles por temporada le puso en el escaparate para que lo fichase el Girona. Bajo las órdenes de Pablo Machín rozó el ascenso los dos años que estuvo y firmó unos números goleadores más que dignos pese a no ser titular indiscutible. Más duro fue su primer año en Valladolid, cuando solo vio puerta en cinco ocasiones, aunque muchas veces era desplazado a la banda para hacer sitio a Raúl de Tomás.
Ni el propio Jaime Mata se esperaba la erupción goleadora del curso pasado. Sus 35 tantos cogieron por sorpresa a todo el mundo, también a un Valladolid que buscó con denuedo otro delantero en el verano de 2017, pero una carambola en forma de fichajes frustrados le dejó con todo el protagonismo atacante. El equipo pucelano subió en el playoff, pero Mata, que acababa contrato, se había asegurado el sueño de Primera antes al comprometerse con el Getafe, club que se hizo con el delantero del momento por cero euros.

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